"22 de febrero de 1964. Hoy es el vigésimo segundo aniversario de mi toma de hábito. Con toda sencillez y sinceridad debo admitir que estos veintidós años no han sido muy bien aprovechados, al menos por lo que a mi aportación personal se refiere, aunque de parte de Dios todo ha sido gracia y misericordia. Más bien han sido veintidós años de relativa confusión, a menudo sembrados de dudas e infidelidades, aspiraciones angustiosas de "algo mejor", actitud crítica hacia lo que tengo, indecible sufrimiento interior del que en gran parte yo mismo soy responsable, insuficientes esfuerzos por sobreponerme a mí mismo, incapacidad de encontrar mi camino, distrayéndome tal vez culpablemente en cosas que no son de mi incumbencia. En realidad se refleja aquí mi actitud de permanente desconcierto ante la situación, la ambigüedad en la cual me encuentro yo mismo. En lo profundo de mi corazón acepto convencido la Cruz de Cristo, pero temo expresarme con palabras sobre el tema y me pregunto si semejante falla no responderá a una falta de fe.
Editorial Mensajero 2014